El Instituto del Templo sigue seleccionando, capacitando y perfeccionando a levitas dedicados para ejercer en los próximos servicios del Tercer Templo de Jerusalén cuando llegue el tiempo debido. Inclusive el Altar de los Sacrificios fue completado en 2014, y se llevo a cabo el primer ensayo oficial sobre el mismo en la séptima noche de Janucá.
De esta manera "El Instituto del Templo" continúa avanzando en la culminación de muchos proyectos de los utensilios sagrados que serán utilizados en el Nuevo Templo Judío.
El Altar es una construcción única en todo sentido, es moderno, de piedras, completamente desmontable y fácil de ensamblar en un tiempo récord para ser trasladado a la ubicación exacta donde estuvo alguna vez el original altar al este del santuario en el Monte Moría y además cumple todos los estrictos requerimientos halájicos.
Medidas del Altar del Templo
El Instituto del Templo ha considerado para estos cálculos las descripciones de los Grandes Sabios (Grandes Rabinos) entre ellos: Rambam Maimónides, entre otros...
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Su altura es equivalente a unas 90 pulgadas (5 Amah - un "amah" aprox. 18 pulgadas).
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La longitud del ascenso de la rampa o la pendiente que conduce a la cima del altar, unos 288 pulgadas (16 Amah).
Materiales del Altar
En su totalidad la estructura del altar está hecha con ladrillos de barro que fueron horneados para soportar el calor extremo del altar cuando este en uso, y sean dejado al descubierto sólo para fines instructivos. El borde inferior de la rampa está lleno de piedras naturales. Incluye también una estructura delgada de yeso blanco, como se hizo con el altar que estaba originalmente en el patio del Santo Templo. En la parte superior, el altar culmina con dos portales para la sangre derramada un elemento intrínseco del servicio de las ofrendas, además de los "cuatro cuernos", como describe la Biblia (Torá).
El Rabino Weiss explicó la importancia de promover las iniciativas relativas al Templo, incluso cuando pareciera que la reinstauración del servicio del Templo no es una cuestión de urgencia.
"Hay muchas leyes de la Torá no relacionadas a los sacrificios o al Servicio del Templo, pero que no obstante, dependen del Templo y los kohanim. Recientemente hemos recreado la ofrenda mecida del Omer, que tiene ramificaciones para que Israel pueda comer la cosecha de trigo actual. Además, también recreamos la entrega de los lomos, las mejillas y el estómago de un buey a los sacerdotes."
Y este será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero: darán al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el cuajar. Deuteronomio 18: 3
"Esto no es sólo parte de un sacrificio, sino también una cuestión de kashrut (las leyes kosher), lo que deberíamos estar haciendo hoy", explicó el rabino Weiss. "En vez de tomarlo de una manera simbólica".
Si bien parece poco probable que el clima político cambie dentro de unas pocas semanas en la medida necesaria para que los Judios levanten un altar y comiencen a ofrecer sacrificios en el Monte del Templo a tiempo para Yom Kipur, el mundo puede estar seguro de que en el momento que se den los cambios necesarios, el pueblo Judío estará preparado.